El cuento de la laguna de Pomacochas

   

La laguna de Cuetacuro, enamorada del pueblo de Pomacochas, quería bajar y, dividiéndolo en dos, aplastar a ese pueblo completamente. Una noche cuando ya estaba lista para su desplazamiento, motivada por su alegría, llegó con mucho estruendo, acompañada por bulla, el son de los caracoles, bailes, músicos, tocadores y cohetes.

Dios, nuestro padre, sabía qué noche iba a desplazarse. Así, transformándose en viejito, nuestro dios fue a avisar a esa comunidad. Ahí, como toda la gente poseía mucha riqueza y vivía resbalando sobre el oro y la plata, nadie quería escucharlo.
No le ofrecieron nada para comer ni beber. “Un viejito mentirosos ha venido”, dijeron y soltaron a los perros para ahuyentarlo.

Entonces se fue. En una extremidad del pueblo encontró a una señora pobre. Vivía junto con su hermano en ese pueblo; eran los músicos que trataron bien al viejito.

Entonces, les dijo: “ahora carguen toditas sus posesiones arriba hacia el cerro; y ustedes mismos, váyanse a dormir en una de las chocitas que tienen allá; al amanecer, escucharán músicos, cohetes y tocadores, toda clase de músicos”.

Entonces, les dijo: “Ahora carguen toditas sus posesiones arriba hacia el cerro; y ustedes mismos, váyanse a dormir en una de las chocitas que tienen allá; al amanecer, escucharán músicos, cohetes y tocadores, toda clase de músicos”.

Así pasó. Cuando llegaron a Trancahurco, la laguna aplasto por completo el pueblo adormecido. Así quedaron dos personas por haber logrado retirarse a tiempo. Amaneció.

Miraron. La laguna había aplastado totalmente el pueblo.

La gente que había subido a la cima de un sauce estaba gritando: “señor, ¡ayúdanos!”. Después de tres o cuatro días, cuando sus brazos se cansaron, fueron cayendo uno después de otro en la laguna.

Estas dos personas sobrevivieron por haber obedecido a Dios. Comenzaron a multiplicarse. Nuevamente, esa comunidad creció. Ahora está densamente poblada.

Mientras Cuetacuru se desplazaba a Pomacochas, una gota de su agua cayó a Chilmal. Ahora está creciendo para ver y comer gente.