El Cuento del Pueblo de Olto

El Cuento del Pueblo de Olto I

El pueblo antiguo era San Juan de Quitaya. Enseguida, como la región estaba infestada de pumas, [sus habitantes] vinieron a Pioj. Por ser muy frío [el clima] allí, no aguantaron.

Entonces, llevando a sus santos patronos, bajaron por un feísimo “escalón” hacia la pampa de Chanque. Como había una cueva al pie de la peña, colocaron allí a sus santos. No lograron vivir allí porque se les apago la candela.

Vinieron a Chilangote donde construyeron otro pueblo.

Allí tampoco pudieron vivir a causa del exceso de garrapatas y de la ausencia de agua.
Mientras vivían así una mujer vino a pastar sus ovejas en este cerro. Dicen que encontró una laguna llena de renacuajos.

Después de haberla mirado hasta la tarde, regresó a Chilangote. Dijo: “En el cerro arriba hay una linda pampa donde podríamos vivir”. Y, al escucharla, los hombres de la comunidad salieron hacia Olto.

Esos hombres, cuando construyeron el pueblo, encontraron una cantidad enorme de renacuajos dentro de esta lagunita. Por eso, dieron el nombre de Olto al pueblo.

 

El Cuento del Pueblo de Olto II

Una anciana, que vino a pastar sus ovejas, descubrió una pampa y, debajo de un árbol llamado aliso, una laguna en la que había gran cantidad de renacuajos.

Al verlas, volvió a ese pueblo de Pircahuicsa. Se lo contó a las autoridades de la comunidad. “En tal parte he visto una linda pampa donde podríamos asentar nuestro pueblo; establecer allí nuestra comunidad”.

Vinieron. Las autoridades vieron que convenía para la comunidad y allí establecieron el pueblo de Olto. Y se quedó con el nombre de “Olto”.

Relatos recopilados por Gerald Taylor.