Mito de Inkarrí

“Dicen que Incarrí fue hijo de una mujer salvaje.
Su padre dicen que fue el padre Sol. Aquella mujer salvaje parió
A Inkarrí que fue engendrado por el padre Sol.

El Rey Inka tuvo tres mujeres.

…Inkarrí arreo las piedras con un azote, ordenándolas.
Las arreo hacia las alturas, con un azote ordenándolas.
Después fundó una ciudad.

Dicen que Qellqata pudo haber sido el Cuzco
Bueno. Después de cuanto se ha dicho, Inkarrí encerró al viento
En el cerro de Osqonta, el grande. Y en el Osqonta, el pequeño
amarró al Padre Sol, para que durara el tiempo, para que durara
el día. A fin de que Inkarrí pudiera hacer lo que tenía que hacer.

Después… se mudo hasta donde está el Cuzco.

¿Cuál será tan lejana distancia? Los de la generación, viviente no
lo sabemos. La antigua generación, anterior a Atahualpa, la
conocía.

El Inca de los españoles apresó a Inkarrí, su igual.
No sabemos dónde.

Dicen que solo la cabeza de Inkarrí existe. Desde la cabeza
Está creciendo hacia adentro: dicen que está creciendo hacia los
pies. Entonces volverá, Inkarrí, cuando este completo su cuerpo.
No ha regresado hasta ahora. Ha de volver a nosotros, si Dios da
su asentimiento. Pero no lo sabemos, dicen, si Dios ha de convenir
en que vuelva”

 

Relato recogido entre 1952 y 1956, en la comunidad de Puquio (Ayacucho) por José María Arguedas.